El 2 de agosto de 2021, la Basílica de Superga, uno de los lugares simbólicos de Turín, fue confiada a la Fraternità della Speranza-Sermig. Este cambio marca un nuevo capítulo para el célebre santuario, que desde hace siglos ha sido un referente espiritual, histórico y cultural para la ciudad.
La gestión de la Basílica estaba anteriormente en manos de la Orden de los Siervos de María, la cual tuvo que abandonar su cargo debido a dificultades organizativas. La Archidiocesis de Turín, junto con la Agencia Estatal de Patrimonio y la Superintendencia de Bellas Artes de Turín, propuso que el Sermig asumiera la responsabilidad del lugar, garantizando así la continuidad de las celebraciones religiosas y de las actividades culturales.
El fundador del Sermig, Ernesto Olivero, expresó una gran emoción por este nuevo encargo:
"Entraremos en Superga con sumo cuidado, respetando su historia y el valor que tiene para tantas personas. Un lugar de fe, pero también de memoria: desde las tumbas de la Casa de Saboya hasta la tragedia del Gran Torino."
La Fraternità della Speranza-Sermig se encargará de la celebración de la Santa Misa y del acompañamiento espiritual de los fieles, además de promover eventos culturales y recorridos museísticos para rescatar el patrimonio artístico de la Basílica.
El Arzobispo de Turín, Mons. Cesare Nosiglia, subrayó la importancia de este cambio, esperando que Superga vuelva a ser un polo atractivo tanto para la ciudadanía como para los turistas. La Basílica continuará siendo un lugar de oración, reflexión y acogida, manteniendo viva su tradición y abriéndose a nuevas iniciativas.
Con esta nueva gestión, el Sermig confirma su compromiso de preservar y enaltecer lugares de gran significado para la comunidad, llevando adelante su misión de esperanza y solidaridad.